sábado, 9 de abril de 2011

El aborto es un crimen que no se puede legitimar

25 de marzo
Fiesta de la Anunciación
Día del niño por nacer

San Miguel de Tucumán, 25 de Marzo

El aborto es un crimen

que no se puede legitimar

El arzobispo de Tucumán, monseñor Luis Villalba, destacó que el Día del Niño por Nacer, que celebra hoy en coincidencia con la fiesta de la Anunciación del Señor, fue instituido para “reforzar el respeto que se debe a toda persona humana, incluso desde el momento mismo de su concepción en el seno de su madre”, y consideró que es una fecha para “exhortar a todos a tomar conciencia de la responsabilidad de defender la vida en cada una de sus etapas”.
“Queremos priorizar en nuestra Patria el derecho a la vida en todas sus manifestaciones, poniendo especial atención a nuestros hermanos excluidos e indefensos, que también son los niños por nacer”, dijo al presidir una misa por la vida en la catedral Nuestra Señora de la Encarnación.
El prelado tucumano criticó a quienes piensan que “abortar es un derecho” y calificó como “grave” que no se sepa distinguir “entre lo que nos hace virtuosos y lo que nos hace injustos. Nunca será legítimo matar a un ser humano inocente e indefenso”.
Tras asegurar que “el aborto quebranta el mandamiento divino ‘no matarás’ y es uno de los mayores signos de inhumanidad y de decadencia moral”, sostuvo que “la Iglesia no quiere de dejar de alzar su voz para desenmascarar el mal y para defender los verdaderos derechos del hombre y, en particular, el derecho a la vida. Estamos a favor de la vida de los hombres, que es la gloria de Dios”.
Monseñor Villalba hizo “un nuevo llamado a los católicos y a todos los amantes del ser humano y de la vida a oponerse a esta cultura de la muerte”, al subrayar que “el derecho a la vida no es una cuestión ideológica, ni de religión, es un derecho natural”.
“La ciencia nos enseña que la concepción genera una nueva vida humana con su propio código genético, distinto al de los padres. Si hay código genético distinto, hay una vida humana distinta que tiene la misma dignidad que la de sus progenitores. La criatura humana que se desarrolla en el seno de la madre, no es una parte de su cuerpo de la cual pueda disponer a su voluntad. Cortar este proceso natural por medio del aborto equivale a destruir una vida cuyo desarrollo es autónomo, continuo y progresivo. Por tanto, su destrucción constituye un crimen”, insistió.
Asimismo, sostuvo que “defendemos la vida del niño por nacer y la defendemos también en el niño ya nacido, sobre todo cuando es más necesario: en los casos de abandono, de falta de un hogar, de protección, de alimentación y de educación; la defendemos ante quienes padecen la exclusión social o la marginación, y se ven expuestos a que el valor de sus vidas no sea reconocido con toda su dignidad, la defendemos contra toda forma de explotación de niños y niñas”.
“También -agregó- defendemos a la mujer embarazada y la atención integral de la mujer contra la violencia y toda clase de explotación, contra la prostitución y el abuso en el trabajo”.
“Sabemos que no son pocas las circunstancias adversas en las que, en ocasiones, se puede encontrar la mujer que espera un hijo: el riesgo de su propia salud; la dureza de la expectativa de tener un hijo con algún defecto físico o psíquico; la violencia en el sexo por parte del varón; las estrecheces económicas; la existencia de una familia ya numerosa; etc. Por ello comprendemos a la mujer que se encuentra en esas situaciones. Pero no hay razones para legitimar en ningún caso la eliminación directa de la vida humana”, advirtió.
“Pidamos a Dios, cuya gloria consiste en que el hombre viva, que sepamos cada uno en nuestro lugar, ser solícitos servidores de ese don magnífico de la vida. Protegerla, cuidarla, quererla bien, es tarea que exige la colaboración y el empeño de todos. Invocamos a la Santísima Virgen María para que asista y acompañe a todas las familias y a todos los niños por nacer”, concluyó.(AICA)

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