martes, 2 de noviembre de 2010

Los católicos no pueden votar por candidatos pro-aborto: Cardenal designado Burke


John Jalsevac y Kathleen Gilbert
San Diego, 1 de noviembre de 2010 (Notifam) – Mientras los estadounidenses se acercan a la semana de las elecciones, el designado Cardenal Burke ha dicho, durante una entrevista reciente, que ellos tienen que reconocer su obligación solemne de defender a sus hermanos y hermanas concebidos, cuando acudan a la caseta electoral.
“Uno nunca puede votar por alguien que favorece absolutamente el derecho de la mujer en decidir sobre destruir la vida humana en su vientre, o del derecho al aborto procurado,” le dijo el arzobispo al señor Thomas McKenna, Presidente de la Acción Católica por la Fe y la Familia, durante una entrevista diseminada la semana pasada.
El señor McKenna entrevistó al designado Cardenal Burke en Roma, el pasado 20 de octubre, a sólo horas en que se anunció que sería elevado al cardenalicio.
El arzobispo le dijo al señor McKenna que, “Siendo obispo, mi obligación es, en efecto, urgir a los fieles a cumplir con su deber cívico en acorde con su fe católica.” Los católicos, él dijo, tienen una obligación moral muy seria de votar por aquellos candidatos que sostendrían la verdad de la ley moral, que, claro está, es la de mayor bien para todos en la sociedad.”
En años recientes, el designado Cardenal Burke, quien es el Prefecto para el Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica, la cual es “el tribunal supremo” de la Iglesia, ha enseñado repetidamente que los líderes políticos católicos que apoyan los derechos a favor del aborto no pueden recibir la Sagrada Comunión, y los católicos que conocen el récord político de los líderes políticos en estos temas, no pueden votar por ellos y a su vez sostener que “su conciencia está tranquila.”
Durante esta entrevista reciente, el arzobispo explicó que dichos líderes políticos crean “un escándalo”, la cual definió como “hacer algo u omitir hacer algo que conduce a las personas a la confusión o al error sobre el bien moral.”
“He aquí un ejemplo perfecto de los católicos que traicionan su fe católica en el quehacer político, como legisladores, como jueces, o como sea el caso, dirigiendo otras personas a creer que el aborto no debe ser el gravísimo mal que es, o que el aborto es en realidad algo bueno bajo algunas circunstancias.”
En cuanto a aquellos que votarían por líderes políticos pro-aborto porque ellos están de acuerdo con los mismos en otros temas, el arzobispo les diría lo siguiente: ‘¿Usted acata la regla de oro que nos enseñó el Señor mismo en los evangelios?”
“En otras palabras,” él explicó, “¿Usted le hace a los demás lo que quieres que te hagan a ti? ¿Realmente usted considera que es justo avanzar un interés suyo, que podría ser un interés bueno – bien sea sobre el medio ambiente, o lo que sea – a costa de negarle a los otros miembros de la sociedad, especialmente aquellos que dependen de nosotros completamente para la vida misma, negarles el derecho a la vida?”
“Yo creo que si la mayoría de las personas lo reflexionaran de ese modo, simplemente en términos de la regla de oro, ellos se darían cuenta de que no, de que nunca estaría bien.”
El arzobispo también señaló que, mientras algunos critican la Iglesia por sostener el matrimonio tradicional como una forma de “discriminación” en contra de los homosexuales, tales críticos fallan en no reconocer que, “la Iglesia Católica, en sus enseñanzas sobre los actos sexuales entre personas del mismo sexo como algo intrínsecamente malo – que son contrarios a la naturaleza humana de por sí – está sencillamente anunciando la verdad, ayudando a las personas a discriminar entre el bien y el mal en términos de sus propias actividades.”
Mientras que la discriminación racial o de otro tipo es injusta, él dijo, “Existe una discriminación que es perfectamente justa y buena, y se trata precisamente de la discriminación entre lo que está bien y lo que está mal.”
En un comunicado de prensa en que se anunciaba la entrevista, el señor McKenna comentó que, “millones de católicos no tienen idea de que es un pecado votar por candidatos que favorecen estos graves males, los cuales atacan el fundamento propio de la sociedad.” Durante su entrevista, dijo el señor McKenna, “él (el designado Cardenal Burke), explicó muy claramente cuál es la responsabilidad de cada estadounidense católico el próximo martes.”




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