Las personas tienden a celebrar, por lo general, su cumpleaños. ¿Por qué?. Porque es algo bueno, es un acontecimiento alegre, de felicidad, de acción de gracias. Entonces podemos deducir que el nacimiento de una persona es un bien. En el aniversario del nacimiento de una persona e celebra el inicio más pleno de la vida humana que comienza desde el momento de la concepción. Aunque siempre existirán personas que, en un momento dado, consideran la vida como un mal, pero son reacciones a un sentimiento, normalmente pasajero, a consecuencia de algo que no anda bien.
La vida es un bien y un derecho, y es el derecho más alto en el orden natural. Es un don de Dios, es decir, un regalo. Nadie es capaz de crear su propia vida. La vida no nos pertenece, al ser un don tenemos la obligación de cuidar de este regalo. Esto no se logra si no se aprecia la vida desde su comienzo, desde el momento de la concepción.
Sólo Dios da la vida, por consiguiente, sólo Dios puede quitarla. Quitarle la vida a un ser humano inocente no tiene privilegios ni excepciones.
Visión cristiana de la vida corporal
En el Quinto mandamiento el mandato de Dios es muy claro: No matarás.
El hombre ha sido creado por Dios. Todo lo que Dios ha creado es bueno. Luego el cuerpo es un valor. La dignidad del hombre radica en ser creado a imagen y semejanza de Dios. (Gn. 1, 26-28)
Dios ha puesto todo lo material bajo el dominio del ser humano. (Sal. 139) (Hech. 17, 24-28). Por eso, el hombre puede utilizar todo lo creado para fines buenos, para darle un correcto uso.
El hombre es una unidad de cuerpo y alma. Luego ambos aspectos - el material y el espiritual - son buenos, existiendo una jerarquía entre ellos donde el espiritual es prioritario. (Mt. 10, 24-28); (Rm 7, 22-24) No podemos perjudicar el alma en beneficio del cuerpo.
El hombre toma decisiones espirituales, pero las materializa en actos exteriores corporales. Por eso deben tenerse en cuenta ambos aspectos para juzgar la moralidad de un acto. (Gadium et spes 49) Dios se encarnó en un cuerpo, luego el cuerpo ha sido revalorizado por la acción de Dios. Más aún, Dios lo ha glorificado con la resurrección. De ahí, el cuerpo debe ser santificado como todo lo humano.
El alma fue creada por Dios por lo que es imposible aceptar la teoría de la evolución descrita por Darwin. El Papa Pío XII ya lo decía en (Humani Generis). La vida humana se transmite únicamente por la unión sexual del hombre y la mujer. Por lo tanto, los padres al unirse están cooperando con Dios que crea el alma en el momento de la concepción de una vida nueva.
En la actualidad a causa de la pérdida del sentido cristiano de la vida, se ha llegado a una mentalidad anti – vida, donde se niega el valor trascendente de la vida humana.
La vida corporal vista desde la ley natural
Los principios morales también se deben establecer a partir de los datos que nos ofrece la ley natural. De este modo tendremos una visión más completa de la correcta orientación que debe darse a la problemática ética de lo referente a la vida corporal y a la bioética.
La ciencia y la técnica están al servicio de la persona humana y deben orientarse a la mejora integral de la persona, tanto física, como espiritual o moralmente. El hombre debe de ser tratado como hombre, cuando es adulto y cuando es menor de edad. Si no admitimos manipulaciones en la vida de un adulto, tampoco debemos permitirlas en un menor de edad o minusválido.
La vida física es el valor fundamental de los valores corporales, pues sobre ella se apoyan y desarrollan los demás. Por eso no se puede subordinar la vida a otros aspectos (económicos, artísticos, científicos, etc.).
La vida física debe de ser respetada siempre, no sólo cuando –esta vida - es notable o importante. Desde el punto de vista del valor de la persona todos somos iguales. Y la vida no depende del desarrollo del ser humano, ni de sus capacidades. También un óvulo fecundado es vida humana iniciando su proceso de desarrollo. La vida del hombre es sagrada e inviolable porque desde un principio comporta la acción creadora de Dios. (Evangelium vitae n 53).
Hemos dicho que el hombre es una unidad de cuerpo y alma. Defender la vida es defender cuerpo y alma. No es lícito al hombre despreciar la vida corporal (Gadium et spes 14), como tampoco lo sería el desprecio de lo espiritual, se deben desarrollar todas las capacidades que tiene su alma: inteligencia, conciencia, vida espiritual, etc. ……
El hombre debe poner los medios ordinarios que estén a su alcance para su conservación: los accesibles económicamente, que no comporten sufrimientos excesivos, no degraden al cuerpo y tengan posibilidad de éxito. No hay obligación moral de sujetarse a medios extraordinarios que rebasen estas condiciones. (Catecismo n 2278). La salud es un gran valor, pero no el valor supremo. El uso de anestesia es válido porque está dirigido al bien de toda la persona y aunque priva temporalmente de la conciencia, es lícito porque aporta un bien mayor.
Abusos contra la integridad de la propia vida
Pecados contra la sobriedad:
La sobriedad es la virtud que tiene por objeto moderar, de acuerdo con la recta razón iluminada por la fe, el uso de la comida y las bebidas.
+ Drogas. La gravedad no está en la cantidad consumida sino en el daño grave que causa al individuo por sus efectos irreparables. Ocasionalmente se pueden utilizar para fines curativos bajo control y prescripción médica y si no conlleva a la adicción. El uso de cualquier tipo de droga es ilícito, sean drogas blandas o drogas duras.
+ Bebidas alcohólicas. El exceso no distingue lo bueno y lo malo, y lleva a graves pecados y males. Los pecados cometidos en estado de ebriedad, aunque en sí no llevan culpa por carecer de sano juicio, no se justifican, pues pudieron evitarse al eliminar la causa, es decir no bebiendo en exceso.
+ La gula. Exceso en el comer y en el beber - es normalmente pecado venial, pero puede causar graves estragos a la salud y entonces se convierte en pecado mortal.
+ Suicidio. Siempre es ilícito porque se atenta contra un derecho divino y se pone en juego la propia salvación. (Catecismo nn 2280 – 2283). Diferente es exponer la vida por una causa heróica y justificada. (Evangelium vitae n 66)
El suicidio puede ser + directo: cuando se busca esa finalidad, o +indirecto: cuando no se busca exactamente esa finalidad, pero se pone la vida en peligro por actuar imprudente y voluntariamente. Nunca será lícito exponer la vida sin una causa justificada.
+ Mutilación. Es ilícita porque el individuo no es dueño de su propio cuerpo. Solamente puede justificarse en función del todo por razones de salud. Ejemplo de ello sería la extirpación de un riñón porque de no hacerlo se pondría en peligro la vida de la persona. Eliminar un órgano enfermo para bien de toda la persona es válido por el principio de mal menor. Eliminar un órgano que deteriora a la persona (en su dimensión psíquica, física o personal) es inmoral, porque no beneficia a toda la persona. Tal es el caso de la ligadura de trompas o vasectomía. Aunque beneficia algunos sectores de la persona, perjudica a otros (priva de un bien como es la capacidad de procrear).
+ Eutanasia. ¿La muerte dulce? (Catecismo nn 2276 – 2279). Proceso que produce la muerte a alguien. Si se le quitan los medios extraordinarios que le mantenían con vida no es eutanasia pues nadie está obligado a los medios extraordinarios. Las personas enfermas o disminuidas deben de ser atendidas para que lleven una vida tan normal como sea posible. Son amorales los que inducen directamente por voluntad propia o ajena, la muerte del enfermo. (Evangelium vitae nn 64-67). El dominio que el hombre tiene sobre sí mismo no es absoluto, sino ministerial es administrador del plan establecido por Dios (Humanae vitae n 13).
Dios pide cuentas del hombre al hombre. (Gn 9,5), su vida es inviolable y el que la viola, viola los derechos de Dios.
Aunque la muerte se considere inminente, los cuidados ordinarios debidos a una persona enferman no pueden ser legítimamente suspendidos.
+ Analgesia. El uso de analgésicos para aliviar los sufrimientos del moribundo, incluso con el riesgo de acortar su vida, puede ser moralmente conforme a la dignidad de la persona si la muerte no es pretendida, ni como fin, ni como medio, sino prevista y tolerada como inevitable, es una manera de eliminar dolores a quienes se encuentran en una fase terminal. Los cuidados paliativos son una manifestación de la caridad..
La eutanasia eugenésica que tiene por objeto eliminar a las personas con una vida sin valor, nunca es permitida.
Abusos contra la vida de los demás
+ Asesinato. Es producir deliberadamente la muerte a otra persona. Es una acción inmoral, porque se priva de la vida a una persona.
+ La esterilización. Es la intervención quirúrgica que suprime, en el hombre o en la mujer, la capacidad de procrear. Además de ser un caso de mutilación que implica atentar contra el propio cuerpo.
+ La Esterilización Terapéutica. Es la que se lleva a cabo cuando hay que salvar una vida o conservar la salud, es lícita porque su finalidad es el bien del todo. Siempre y cuando la enfermedad sea grave, sea el único remedio para recobrar la salud o conservar la vida, y que la intención sea la de curar.
La esterilización directa es cuando se tiene como único fin el hacer imposible la procreación, siempre es ilícita. Ligadura de trompas, vasectomía.
+ Aborto. Es la eliminación deliberada y directa, como quiera que se realice, de un ser humano en la fase inicial de su existencia, que va de la concepción al nacimiento. Tiene los agravantes de premeditación, ventaja y alevosía, contra una criatura débil, inocente que no puede defenderse y que está totalmente confiada a la protección de su madre (Evangelium vitae n 58)
Faltas contra la dignidad de las personas:
Son todas aquellas faltas, que aunque no atentan contra la vida ajena, dañan al otro en sus derechos fundamentales; el derecho a la vida, a una vida decorosa, a la fama, a la verdad, a la educación, al trabajo, al culto, a escoger el estado de vida, etc.
La muerte moral es el asesinato de la fama del otro. Este es un pecado que atenta gravemente contra la dignidad de la persona y no se le da mucha importancia. Aquí está considerada cualquier tipo de crítica: la difamación, calumnia, juicios temerarios e injustificados, etc. Siempre hay que hablar bien de los demás.
El escándalo es una falta de respeto al alma del prójimo. (Catecismo nn 2284-2287).
Existen otros pecados contra el quinto mandamiento, como son los pleitos, los ataques verbales o físicos, los insultos, las bromas pesadas. Es decir, todo lo que busca hacer un mal al otro, todo lo que va en contra de la caridad atenta contra la dignidad de la persona. También prohibe todo aquello que va en contra del respeto a la intimidad y a la vida privada.
Casos especiales
Legítima defensa: Siempre hay el deber de defenderse de la agresión violenta que pone en peligro la propia vida. Es lícito pero no siempre obligatorio. (Catecismo nn 2263-2276). Legítima defensa a veces puede ser un deber grave, para el que es responsable de la vida del otro, del bien común de la familia o de la sociedad.
En defensa propia puede ejercerse la violencia e, incluso quitar la vida a otro, siempre y cuando sea necesario recurrir a este medio. No se aproveche malintencionadamente para matar a otro.
Pena de muerte: Caso extremo aplicando el principio de la legítima defensa de la sociedad, y como último recurso. (Catecismo nn 2266 y 2267).
Guerra: Tiene que ser una legítima defensa de la acción militar. (Catecismo nn 2307-2317)
Respeto de la vida naciente
La vida nace naturalmente en el matrimonio según las leyes de la naturaleza. Buscarlo fuera del matrimonio es inmoral porque está fuera de la ley natural.
Son lícitas las intervenciones terapéuticas sobre embriones respetando su vida y su integridad, que no los expongan a riesgos desproporcionados y que vayan dirigidas hacia la mejora o curación. (Evangelium vitae n 63).
Los embriones obtenidos “in vitro” deben ser respetados desde el primer momento de su existencia.
Es inmoral producir embriones humanos destinados a ser explotados como material biológicos de pruebas experimentos o comercio.
Los intentos de fecundación entre gametos animales y humanos o la implantación de embriones humanos en animales son inmorales porque van en contra de la dignidad del hombre y lesiona su derecho a ser concebidos y nacer dentro del matrimonio humano.
La fecundación artificial entre gametos diferentes a alguno de los cónyuges es inmoral porque priva a los hijos del derecho a nacer en y del matrimonio.
La maternidad sustitutiva es contraria a la moral porque va contra la unidad del matrimonio.
La fecundación artificial de gametos de los mismos esposos y la inseminación artificial son inmorales porque separan la relación natural entre unión conyugal y procreación.
Sentido cristiano del dolor y el sufrimiento
El corazón del hombre se mide por la forma de acoger el sufrimiento. El sufrimiento, puede ablandarlo, purificarlo, mejorarlo, irritarlo, deteriorarlo. El dolor es inevitable, pero hay dos caminos, aceptarlo, creciendo en el amor o rechazarlo y crecer en la amargura.
Cristo lloró, padeció y murió por nosotros, a partir de entonces el hombre ve el sufrimiento como algo que lo asemeja a Cristo, le da un sentido diferente, se convierte en un paso hacia la salvación. Cuesta, pero la certeza de que Dios nos espera nos hace más fuertes para aceptarlo. El sufrimiento, el dolor y la muerte para un cristiano tiene un sentido de redención.
Para profundizar:
Gaudium et Spes nn 47-52
Catesismo de la Iglesia Católica
Salvicis Doloris Carta apostólica de S.S. Juan Pablo
Mater et Magistra nn 185 - 199 Carta encíclica de S.S. Juan XXIII
Para Salvarte 5° mandamiento P. Jorge Loring, S.J.
La vida es un bien y un derecho, y es el derecho más alto en el orden natural. Es un don de Dios, es decir, un regalo. Nadie es capaz de crear su propia vida. La vida no nos pertenece, al ser un don tenemos la obligación de cuidar de este regalo. Esto no se logra si no se aprecia la vida desde su comienzo, desde el momento de la concepción.
Sólo Dios da la vida, por consiguiente, sólo Dios puede quitarla. Quitarle la vida a un ser humano inocente no tiene privilegios ni excepciones.
Visión cristiana de la vida corporal
En el Quinto mandamiento el mandato de Dios es muy claro: No matarás.
El hombre ha sido creado por Dios. Todo lo que Dios ha creado es bueno. Luego el cuerpo es un valor. La dignidad del hombre radica en ser creado a imagen y semejanza de Dios. (Gn. 1, 26-28)
Dios ha puesto todo lo material bajo el dominio del ser humano. (Sal. 139) (Hech. 17, 24-28). Por eso, el hombre puede utilizar todo lo creado para fines buenos, para darle un correcto uso.
El hombre es una unidad de cuerpo y alma. Luego ambos aspectos - el material y el espiritual - son buenos, existiendo una jerarquía entre ellos donde el espiritual es prioritario. (Mt. 10, 24-28); (Rm 7, 22-24) No podemos perjudicar el alma en beneficio del cuerpo.
El hombre toma decisiones espirituales, pero las materializa en actos exteriores corporales. Por eso deben tenerse en cuenta ambos aspectos para juzgar la moralidad de un acto. (Gadium et spes 49) Dios se encarnó en un cuerpo, luego el cuerpo ha sido revalorizado por la acción de Dios. Más aún, Dios lo ha glorificado con la resurrección. De ahí, el cuerpo debe ser santificado como todo lo humano.
El alma fue creada por Dios por lo que es imposible aceptar la teoría de la evolución descrita por Darwin. El Papa Pío XII ya lo decía en (Humani Generis). La vida humana se transmite únicamente por la unión sexual del hombre y la mujer. Por lo tanto, los padres al unirse están cooperando con Dios que crea el alma en el momento de la concepción de una vida nueva.
En la actualidad a causa de la pérdida del sentido cristiano de la vida, se ha llegado a una mentalidad anti – vida, donde se niega el valor trascendente de la vida humana.
La vida corporal vista desde la ley natural
Los principios morales también se deben establecer a partir de los datos que nos ofrece la ley natural. De este modo tendremos una visión más completa de la correcta orientación que debe darse a la problemática ética de lo referente a la vida corporal y a la bioética.
La ciencia y la técnica están al servicio de la persona humana y deben orientarse a la mejora integral de la persona, tanto física, como espiritual o moralmente. El hombre debe de ser tratado como hombre, cuando es adulto y cuando es menor de edad. Si no admitimos manipulaciones en la vida de un adulto, tampoco debemos permitirlas en un menor de edad o minusválido.
La vida física es el valor fundamental de los valores corporales, pues sobre ella se apoyan y desarrollan los demás. Por eso no se puede subordinar la vida a otros aspectos (económicos, artísticos, científicos, etc.).
La vida física debe de ser respetada siempre, no sólo cuando –esta vida - es notable o importante. Desde el punto de vista del valor de la persona todos somos iguales. Y la vida no depende del desarrollo del ser humano, ni de sus capacidades. También un óvulo fecundado es vida humana iniciando su proceso de desarrollo. La vida del hombre es sagrada e inviolable porque desde un principio comporta la acción creadora de Dios. (Evangelium vitae n 53).
Hemos dicho que el hombre es una unidad de cuerpo y alma. Defender la vida es defender cuerpo y alma. No es lícito al hombre despreciar la vida corporal (Gadium et spes 14), como tampoco lo sería el desprecio de lo espiritual, se deben desarrollar todas las capacidades que tiene su alma: inteligencia, conciencia, vida espiritual, etc. ……
El hombre debe poner los medios ordinarios que estén a su alcance para su conservación: los accesibles económicamente, que no comporten sufrimientos excesivos, no degraden al cuerpo y tengan posibilidad de éxito. No hay obligación moral de sujetarse a medios extraordinarios que rebasen estas condiciones. (Catecismo n 2278). La salud es un gran valor, pero no el valor supremo. El uso de anestesia es válido porque está dirigido al bien de toda la persona y aunque priva temporalmente de la conciencia, es lícito porque aporta un bien mayor.
Abusos contra la integridad de la propia vida
Pecados contra la sobriedad:
La sobriedad es la virtud que tiene por objeto moderar, de acuerdo con la recta razón iluminada por la fe, el uso de la comida y las bebidas.
+ Drogas. La gravedad no está en la cantidad consumida sino en el daño grave que causa al individuo por sus efectos irreparables. Ocasionalmente se pueden utilizar para fines curativos bajo control y prescripción médica y si no conlleva a la adicción. El uso de cualquier tipo de droga es ilícito, sean drogas blandas o drogas duras.
+ Bebidas alcohólicas. El exceso no distingue lo bueno y lo malo, y lleva a graves pecados y males. Los pecados cometidos en estado de ebriedad, aunque en sí no llevan culpa por carecer de sano juicio, no se justifican, pues pudieron evitarse al eliminar la causa, es decir no bebiendo en exceso.
+ La gula. Exceso en el comer y en el beber - es normalmente pecado venial, pero puede causar graves estragos a la salud y entonces se convierte en pecado mortal.
+ Suicidio. Siempre es ilícito porque se atenta contra un derecho divino y se pone en juego la propia salvación. (Catecismo nn 2280 – 2283). Diferente es exponer la vida por una causa heróica y justificada. (Evangelium vitae n 66)
El suicidio puede ser + directo: cuando se busca esa finalidad, o +indirecto: cuando no se busca exactamente esa finalidad, pero se pone la vida en peligro por actuar imprudente y voluntariamente. Nunca será lícito exponer la vida sin una causa justificada.
+ Mutilación. Es ilícita porque el individuo no es dueño de su propio cuerpo. Solamente puede justificarse en función del todo por razones de salud. Ejemplo de ello sería la extirpación de un riñón porque de no hacerlo se pondría en peligro la vida de la persona. Eliminar un órgano enfermo para bien de toda la persona es válido por el principio de mal menor. Eliminar un órgano que deteriora a la persona (en su dimensión psíquica, física o personal) es inmoral, porque no beneficia a toda la persona. Tal es el caso de la ligadura de trompas o vasectomía. Aunque beneficia algunos sectores de la persona, perjudica a otros (priva de un bien como es la capacidad de procrear).
+ Eutanasia. ¿La muerte dulce? (Catecismo nn 2276 – 2279). Proceso que produce la muerte a alguien. Si se le quitan los medios extraordinarios que le mantenían con vida no es eutanasia pues nadie está obligado a los medios extraordinarios. Las personas enfermas o disminuidas deben de ser atendidas para que lleven una vida tan normal como sea posible. Son amorales los que inducen directamente por voluntad propia o ajena, la muerte del enfermo. (Evangelium vitae nn 64-67). El dominio que el hombre tiene sobre sí mismo no es absoluto, sino ministerial es administrador del plan establecido por Dios (Humanae vitae n 13).
Dios pide cuentas del hombre al hombre. (Gn 9,5), su vida es inviolable y el que la viola, viola los derechos de Dios.
Aunque la muerte se considere inminente, los cuidados ordinarios debidos a una persona enferman no pueden ser legítimamente suspendidos.
+ Analgesia. El uso de analgésicos para aliviar los sufrimientos del moribundo, incluso con el riesgo de acortar su vida, puede ser moralmente conforme a la dignidad de la persona si la muerte no es pretendida, ni como fin, ni como medio, sino prevista y tolerada como inevitable, es una manera de eliminar dolores a quienes se encuentran en una fase terminal. Los cuidados paliativos son una manifestación de la caridad..
La eutanasia eugenésica que tiene por objeto eliminar a las personas con una vida sin valor, nunca es permitida.
Abusos contra la vida de los demás
+ Asesinato. Es producir deliberadamente la muerte a otra persona. Es una acción inmoral, porque se priva de la vida a una persona.
+ La esterilización. Es la intervención quirúrgica que suprime, en el hombre o en la mujer, la capacidad de procrear. Además de ser un caso de mutilación que implica atentar contra el propio cuerpo.
+ La Esterilización Terapéutica. Es la que se lleva a cabo cuando hay que salvar una vida o conservar la salud, es lícita porque su finalidad es el bien del todo. Siempre y cuando la enfermedad sea grave, sea el único remedio para recobrar la salud o conservar la vida, y que la intención sea la de curar.
La esterilización directa es cuando se tiene como único fin el hacer imposible la procreación, siempre es ilícita. Ligadura de trompas, vasectomía.
+ Aborto. Es la eliminación deliberada y directa, como quiera que se realice, de un ser humano en la fase inicial de su existencia, que va de la concepción al nacimiento. Tiene los agravantes de premeditación, ventaja y alevosía, contra una criatura débil, inocente que no puede defenderse y que está totalmente confiada a la protección de su madre (Evangelium vitae n 58)
Faltas contra la dignidad de las personas:
Son todas aquellas faltas, que aunque no atentan contra la vida ajena, dañan al otro en sus derechos fundamentales; el derecho a la vida, a una vida decorosa, a la fama, a la verdad, a la educación, al trabajo, al culto, a escoger el estado de vida, etc.
La muerte moral es el asesinato de la fama del otro. Este es un pecado que atenta gravemente contra la dignidad de la persona y no se le da mucha importancia. Aquí está considerada cualquier tipo de crítica: la difamación, calumnia, juicios temerarios e injustificados, etc. Siempre hay que hablar bien de los demás.
El escándalo es una falta de respeto al alma del prójimo. (Catecismo nn 2284-2287).
Existen otros pecados contra el quinto mandamiento, como son los pleitos, los ataques verbales o físicos, los insultos, las bromas pesadas. Es decir, todo lo que busca hacer un mal al otro, todo lo que va en contra de la caridad atenta contra la dignidad de la persona. También prohibe todo aquello que va en contra del respeto a la intimidad y a la vida privada.
Casos especiales
Legítima defensa: Siempre hay el deber de defenderse de la agresión violenta que pone en peligro la propia vida. Es lícito pero no siempre obligatorio. (Catecismo nn 2263-2276). Legítima defensa a veces puede ser un deber grave, para el que es responsable de la vida del otro, del bien común de la familia o de la sociedad.
En defensa propia puede ejercerse la violencia e, incluso quitar la vida a otro, siempre y cuando sea necesario recurrir a este medio. No se aproveche malintencionadamente para matar a otro.
Pena de muerte: Caso extremo aplicando el principio de la legítima defensa de la sociedad, y como último recurso. (Catecismo nn 2266 y 2267).
Guerra: Tiene que ser una legítima defensa de la acción militar. (Catecismo nn 2307-2317)
Respeto de la vida naciente
La vida nace naturalmente en el matrimonio según las leyes de la naturaleza. Buscarlo fuera del matrimonio es inmoral porque está fuera de la ley natural.
Son lícitas las intervenciones terapéuticas sobre embriones respetando su vida y su integridad, que no los expongan a riesgos desproporcionados y que vayan dirigidas hacia la mejora o curación. (Evangelium vitae n 63).
Los embriones obtenidos “in vitro” deben ser respetados desde el primer momento de su existencia.
Es inmoral producir embriones humanos destinados a ser explotados como material biológicos de pruebas experimentos o comercio.
Los intentos de fecundación entre gametos animales y humanos o la implantación de embriones humanos en animales son inmorales porque van en contra de la dignidad del hombre y lesiona su derecho a ser concebidos y nacer dentro del matrimonio humano.
La fecundación artificial entre gametos diferentes a alguno de los cónyuges es inmoral porque priva a los hijos del derecho a nacer en y del matrimonio.
La maternidad sustitutiva es contraria a la moral porque va contra la unidad del matrimonio.
La fecundación artificial de gametos de los mismos esposos y la inseminación artificial son inmorales porque separan la relación natural entre unión conyugal y procreación.
Sentido cristiano del dolor y el sufrimiento
El corazón del hombre se mide por la forma de acoger el sufrimiento. El sufrimiento, puede ablandarlo, purificarlo, mejorarlo, irritarlo, deteriorarlo. El dolor es inevitable, pero hay dos caminos, aceptarlo, creciendo en el amor o rechazarlo y crecer en la amargura.
Cristo lloró, padeció y murió por nosotros, a partir de entonces el hombre ve el sufrimiento como algo que lo asemeja a Cristo, le da un sentido diferente, se convierte en un paso hacia la salvación. Cuesta, pero la certeza de que Dios nos espera nos hace más fuertes para aceptarlo. El sufrimiento, el dolor y la muerte para un cristiano tiene un sentido de redención.
Para profundizar:
Gaudium et Spes nn 47-52
Catesismo de la Iglesia Católica
Salvicis Doloris Carta apostólica de S.S. Juan Pablo
Mater et Magistra nn 185 - 199 Carta encíclica de S.S. Juan XXIII
Para Salvarte 5° mandamiento P. Jorge Loring, S.J.
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